«No he sentido desconsideración por razón de género, me he sentido valorada y respaldada por el sector masculino de esta profesión»
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Cuéntame sobre tu experiencia en el sector logístico. ¿Por qué decidiste empezar en este campo?
Comencé en el sector logístico en 2005. La experiencia llegó sin esperarla puesto que acababa de terminar la Licenciatura en Derecho y tenía otra idea sobre mi futuro laboral. Una vez terminé los estudios, comencé a trabajar en una empresa constructora, que a su vez se dedicaba a la construcción de aeródromos y, de forma simultánea, como una empresa dedicada a la gestión de carga aérea.
A partir de ahí, descubrí un sector que logró engancharme, apasionarme, y donde encontré mi lugar profesional y mi crecimiento personal. Aunque mi labor siempre ha estado relacionada con el mundo de la abogacía, pronto comencé a formarme en logística integral y tomar parte activa en la gestión de la cadena de suministro.
En el camino me he tropezado con profesionales de la talla de Carlos Hernández, mi actual socio, quien no solo me hizo amar esta profesión, sino que supo hacer valer mi conocimiento en el campo e impulsarme a luchar por mis metas. Ha sido toda una inspiración masculina. Por todo ello, actualmente hemos pasado a tener nuestra propia consultora donde impartimos todo tipo de servicios operativos, pero con un profundo enfoque legal.
¿Te has encontrado con dificultades para crecer en tu carrera por el hecho de ser mujer? ¿Alguna vez has sentido desconsideración por tu género?
En absoluto, no he sentido desconsideración por razón de género, me he sentido valorada y respaldada por el sector masculino de esta profesión. He sentido que mi esfuerzo y conocimiento se respetaba como una profesional más, sin consideraciones de ningún otro tipo. La profesionalidad y pasión por lo que haces no es cuestión de género y, cuando eres rigurosa y trabajas por tus metas, es lo único que se ve.
¿Hubo mujeres que te inspiraron o que consideras modelos a seguir en tu actividad profesional?
Si, me inspiraron e inspiran mujeres del sector más vinculado a la abogacía como Elisa González, presidenta de AEDAE, u otras mujeres como Noelia González Mozas, de Uría Menéndez o María Marelza de Garrigues. Modelos a seguir en el transporte; Eva Mira de ADL, Janire Bijueska, antigua directora de Transportes del Gobierno Vasco, y las numerosas directoras de logística con las que he ido coincidiendo en el camino.
¿Qué consejos le darías a las mujeres que quieren desarrollar su carrera en este ámbito?
Lo primero es tener claro el destino al que se quiere ir, como buenas logísticas.
Después, trabajar firmemente en su propósito con una clara base formativa y también dotarse de habilidades blandas como liderazgo, comunicación o gestión eficaz del tiempo. Es importante tener una actitud proactiva en el aprendizaje continuo de las últimas tendencias, crear tu propia red profesional con algún mentor/a que te inspire y tener una mentalidad resiliente y asertiva.
Desde tu perspectiva, ¿cómo beneficia la diversidad de género a la industria logística?, por ejemplo, en términos de colaboración, innovación o eficiencia.
Desde mi punto de vista, puede beneficiar en la toma de decisiones y la colaboración al conllevar puntos de vista diversos y equilibrados, lo que enriquece la evaluación de riesgos y oportunidades, así como un enfoque cooperativo ante la resolución de problemas. Podemos tener distintas posiciones, pero los intereses (basados en la pirámide de Maslow) son comunes, aunque con diferentes matices.
Además, una fuerza laboral diversa permite a las empresas comprender mejor la base de clientes global, favoreciendo el desarrollo de servicios más efectivos y personalizados. Un ambiente de trabajo inclusivo y equitativo motiva a los empleados, incrementando su eficiencia y productividad, además de fortalecer la resiliencia y adaptabilidad del equipo.
¿Conoces iniciativas o programas en tu empresa o en el sector que busquen empoderar y apoyar a las mujeres profesionales?
Sí, actualmente presido el Instituto Alana, una asociación sin ánimo de lucro que tiene como objetivo potenciar el rol de la mujer en la logística. Hemos realizado algunas acciones y este año retomamos con fuerza la formación y mentoría dirigida a mujeres en el sector logístico como base fundamental para la seguridad y el éxito. Verse reflejadas en los obstáculos superados por otras mujeres, puede ser un gran impulso.
¿Cómo se puede fomentar la participación de más mujeres en roles de gestión o de liderazgo desde etapas tempranas, como la educación y la formación?
En primer lugar, dando más a conocer la logística en general y los puestos específicos en particular.
Por otro lado, fomentar las virtudes de la logística para las mujeres. Por ejemplo, hay puestos como el de conducción que puede pensarse que no son para las mujeres, pero son puestos bien remunerados y perfectos para las mujeres. Debemos romper la barrera del desconocimiento, ya que no hay barreras técnicas para ellas. También es interesante conocer áreas que permiten una mayor conciliación laboral, en el ámbito de la gestión o las aduanas, por ejemplo.
Otro aspecto es fomentando la participación en STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Las mujeres están subrepresentadas en campos STEM, que son fundamentales para muchos roles de liderazgo. Fomentar la participación de las mujeres en estas áreas con programas especializados, becas y campañas de sensibilización puede aumentar su presencia en roles de liderazgo. También ofrecer becas y apoyo financiero específico para mujeres que aspiren a carreras en campos donde están subrepresentadas o en programas de desarrollo de liderazgo para superar posibles barreras económicas a talentos emergentes.
Además, en su momento eché en falta la existencia de organizaciones en el mundo docente para el desarrollo del liderazgo femenino, con guía de mentoras que hayan tejido un camino de éxito, formación específica y redes de apoyo una vez que estén en el mundo laboral.
La logística a menudo implica horarios exigentes. ¿Cómo has logrado mantener un equilibrio entre tu vida laboral y personal?
Lo cierto es que es un sector exigente y tuve que crecer personalmente para lograr gestionar el estrés y poder aprender a priorizar y relativizar muchas cosas. Actualmente gestiono mi vida personal, familiar y laboral sin problema, aunque el comienzo no fue sencillo. Establecer límites, saber desconectar mentalmente de las tareas fuera del trabajo, aprender a delegar, entre otras, fueron habilidades que tuve que aprender en el camino. Además, la cultura del esfuerzo y el sacrificio es algo que se ve de forma negativa y a mí me ha dado muchas satisfacciones, merece la pena el trabajo, el esfuerzo y la dedicación.
¿Cómo visualizas el papel de las mujeres en el sector logístico en el futuro? ¿Qué cambios te gustaría ver?
Hace unos años fui noticia por ser la “primera mujer maestra de cargas en España”, no precisamente por realizarlas, sino por desarrollar legalmente conceptos novedosos que después utilizamos en formación y consultoría. He participado en la elaboración de normativas nacionales y europeas, he formado a cuerpos de seguridad en la materia, instituciones y multinacionales y tomado la iniciativa en crear conceptos y productos que no se habían tratado ni regulado antes. Conjugué mundo técnico y legal. Y precisamente el cambio que me gustaría ver es que esto fuera lo habitual, natural e irrelevante desde el punto de vista de género.
También me gustaría ver cómo entre nosotras generamos compañerismo y dejamos atrás estereotipos arcaicos que ya no corresponden a nuestro tiempo. El rol de la mujer se fortalecerá significativamente en el futuro, con una presencia cada vez mayor en todos los niveles, desde operaciones hasta altos cargos ejecutivos. Me gustaría ver a más mujeres ocupando estos roles de alta dirección y tomando decisiones estratégicas, ya que su visión puede variar y enriquecer los estilos de liderazgo.